Dar puede ser un acto de amor.
Pero también puede ser una forma solapada de ejercer poder.
A veces, el regalo viene envuelto de ternura,pero lleva dentro una condición no dicha.
una deuda muda,
un lazo invisible que ata.
(Una especie de letra chica en las bases y condiciones de una promoción)
Porque cuando doy esperando algo, llamémosle gratitud,reconocimiento,lealtad,
el dar se convierte en otra cosa.
Se transforma en un gesto que ubica al otro en un lugar mas bajo
de subordinación
de silencio como costo
el del que debe agradecer,
el que queda en falta,
el que queda debiendo.
Y entonces aparece ese abuso mudo
invisible,
pero incapacitante
no hay gritos.
Ni reclamos explícitos.
Pero si una manipulación sutil que se disfraza de generosidad
Una moral impuesta en voz baja : " mira todo lo que hago por vos ".
Y el otro, sin saberlo, queda atrapado.
atado.
sujetado a los mandatos del poderoso
subordinado a una entrega que no pidió
atado a una bondad demandante que casi como un acto de rendición hacia aquel que supo darle lo que le falta
lo deja con una culpa que no tiene palabras.
Ese que da como intento de ganar la altura que no tiene.
Claro que no por amor. Sino para retroalimentar la perversión de su narcisismo.
Un abuso sutilmente peligroso,como todo abuso:
dar para que el otro quede debiendo.
ahi esta el goce, ahí esta la trampa.
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