Todo pasa.

 Uno,dos,tres,respiro.

Cuatro,cinco,seis,cierro los ojos

para ver que florece en la oscuridad,

siete,ocho,nueve,me entrego

a las palabras con mas incertidumbre

que existen en mi vida;

no hay control.

Diez, exhalo y mi cuerpo entero

entiende que no hay control sobre la muerte, pero 

tampoco de la vida.

A donde alguna vez crei que no habia luz, fue el faro necesario para dejar de negar la muerte,

el unico proceso necesario que me acercaba mas y mas al pulso de la vida.

Agradezco profundamente a la unica energia capaz de recordarme que todo pasa, que ningun dolor

es para siempre y que todo se transforma.

Que valiosa es la vida,cuando compartimos el dolor y podemos resignificarlo,

cuando sentir el dolor puede salvarnos,

cuando asumir el dolor puede ayudar a otros.



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