La luna llena me deja en Narnia,un poco. Como que no entiendo nada y a la vez conecto con el latido y todo vuelve a su sitio.
No se, raro. A la vez hay una claridad que me saca de la confusión y me centra. El palpito, el fueguito del corazón habla y todo lo demás se silencia. Lo siento en el medio del pecho, como si el corazón quisiera salirse del cuerpo. Todos tenemos algo para darnos, algo único, irrepetible, autentico, que hace que vincularnos sea cada vez un viaje. Salimos a jugar al encuentro con la sombra. Y viene con sabor a liberación, a cambio profundo, en el propósito, en el latido, alguna intuición. Trae gratitud por eso que vivimos, porque vivirlo libera. Porque no hay nada mas hermoso que mirar con quienes compartimos viaje y todo lo que aportan a nuestra vida. Revolución ese ser quien sos,con quien sea y donde sea que estés. Eso es vivir. Mas plena e intensamente el lugar que venimos a ocupar dentro del entramado.
Que sea magia o no sea. No tengo dudas, es Capricornio otra vez.
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